En cada viaje, ya sea para cruzar una calle o un continente, siempre llevo preparado el cuaderno. La mayoría de las veces son reflexiones acerca de la fotografía, pero en realidad de lo que suelo hablar es de la propia vida. No tengo un orden; como en mi cabeza, los discursos van y vienen a su antojo y comienzo libretas de manera desordenadas y desorientadas, sin tener por qué terminarlas. A veces con el pretexto de un proyecto y otras con el del de un trayecto largo, pero en cada caso siempre como una aventura. Aquí se expondrán algunas páginas elegidas más o menos al azar.