Proyecciones (Lumen)


La combinación de imagen y texto siempre es muy delicada, ya que la música tiene un sabor tan intenso que multiplica el resto de las sensaciones, incluida las relacionadas con la vista. Dicho de otro modo, unas fotografías anodinas pueden parecer muy atractivas combinadas con sonidos estimulantes. En cualquier caso, por qué no aprovechar estas fórmulas para ver la Fotografía de una manera distinta, sin intención ninguna de que sea excluyente. Personalmente el lugar esencial de la foto es el libro. Concibo este arte destinado a ese espacio, pero sería un poco estúpido perderse las múltiples exposiciones que pueden resultar de la creación fotográfica, y la proyección es una de ellas bastante interesante.

El camino de Ruanda (2014)

Esta proyección de fotografías y vídeos durante mi estancia en Ruanda en el verano de 2014 sirvió para la presentación de la charla que di en el Aula Magna del IES La Rosaleda (Málaga). El motivo de la misma fue la venta de postales y calendarios para colaborar con la ONG ‘Mil Colinas’. En dicho evento describí mi experiencia en un país en desarrollo donde muchas necesidades básicas aún no estaban cubiertas, veinte años después del famoso genocidio entre hutus y tutsis que causó la muerte de alrededor de un millón de personas en una población de ocho. El camino de Ruanda, que también es un libro, trata de recoger mi visión sobre cómo los niños ruandeses son obligados a madurar antes de tiempo por las circunstancias en las que han nacido. Sin embargo, no se trata de una conclusión especialmente crítica con el sistema, simplemente es una forma de describir, anotar y señalar lo que en aquel momento mis ojos y mi cámara presenciaron. Las lecturas sobre el modelo de estos países pobres deben obtenerse a partir de informes y estudios socioeconómicos si pretenden ser precisas; ya que estas imágenes no son más que una manera de contar una vivencia personal. Recomiendo visitar la página en la que muestro el libro mencionado.

Retratos en Asalbez (2024)

Este pequeño vídeo es una ventana íntima a una serie de retratos que buscan captar la esencia y la humanidad de personas que viven con Alzheimer. Una enfermedad que actúa como un lento desvanecimiento, donde los recuerdos, que son las piezas fundamentales de nuestra identidad, se pierden con el tiempo. A través de cada imagen, emergen gestos, miradas y detalles que trascienden el olvido, revelando historias únicas cargadas de vida. Aunque la memoria parezca deshacerse, estas fotografías se convierten en testigos silenciosos de la dignidad de quienes enfrentan este desafío. La proyección representa un intento personal de rendir homenaje a estas vidas y sus historias. Con él —y la impresión de algunas fotografías que ya guardan las familias– he querido dar forma al recuerdo, convirtiéndolo en algo tangible y duradero. Una manera de expresar mi más sincero agradecimiento, con la esperanza de que se convierta en un proyecto más amplio y profundo que vea la luz algún día. Aunque no es sólo un homenaje, sino también una llamada a reflexionar sobre la memoria, la identidad y el impacto humano de una enfermedad que nos desafía como seres humanos.

A las personas retratadas y a sus familias, que compartieron conmigo sus historias y me obsequiaron con su intimidad. También a Asalbez (Asociación de Cuidadores y Enfermos de Alzheimer de Bezmiliana) por abrirme sus puertas y facilitar este camino. Y muy en especial, con profundo cariño a Pepa y Marisol, quienes plantaron sin saberlo la semilla de esta idea. Por supuesto a Arminda, cuyo apoyo constante e incondicional ha sido imprescindible.

R.N., 22.12.2024